ESTACIÓN DE AUTOBUSES DE TALAVERA DE LA REINA. TOLEDO. 2000

Ficha de proyecto

La propuesta que presentamos apuesta por la creación de una forma (significante) que incorporándose a la configuración actual del lugar sea fácilmente aprensible (significado) por el ciudadano. Este papel se la asignamos a la torre de oficinas y despachos profesionales ubicada en la medianera del edificio de la calle Prado.

Para acentuar esta idea se modifica el tratamiento del espacio urbano circundante, en el sentido de generar lugares de acogida peatonal en esta nueva puerta de la ciudad, al modo en que en la antigüedad se crearon plazas tras las puertas de las murallas, que ya no se usan, pero permanece la función del viajero que accede. El retranqueo de la edificación que se propone crea esa plaza en cuyo borde se sitúan los transportes de continuidad (taxis y acceso al aparcamiento) con la ayuda del límite visual que supondrá la modificación del jardín actual, dándole un carácter de continuidad más poderoso con los jardines del Prado, que son uno de los acontecimientos visuales mas identificativos de la ciudad.

Tipológicamente podríamos asimilar nuestra propuesta o un Caravasar: Un recinto diferenciado del resto del territorio par un límite claramente definido y en cuyo interior se albergan las funciones relacionales, de ocio, de intercambio y reposo de los viajeros. Estos usos se desarrollan en espacios más o menos privados alrededor de un patio cuya dimensión depende de la demanda a que se somete.

Dos de los límites de nuevo caravasar vienen dadas por las edificaciones preexistentes. Son dos medianeras que deben ser objeto de tratamiento de acuerdo con las bases del Concurso y por respeto cívico. La del Sur la configura un edificio de gran altura a la que adosamos nuestra torre signo y símbolo de la Estación. Este edificio es independiente de la estación – en sus tres primeras plantas solo contiene el núcleo de comunicaciones y su acceso se produce por la esquina más neutra de la plaza. De la medianera del Oeste nos separamos, queda un espacio intersticial, diríamos que fruto de la repulsión entre polos de distinto signo, pero con sentido: da luz a los despachos interiores a través de un jardín que en su subsuelo contiene las rampas de comunicación del aparcamiento. El muro hostil, frontera de nuestra visión interior se trata con veladuras fabricadas con mallas metálicas (tamizadas por ampelopsis) que no se sujetan extrictamente a la forma preexistente, la sobrepasan o la dejan ver, según las diferentes situaciones del espacio interior, pero en ningún caso condicionadas por una imagen fachadista desde la avenida de Toledo, dado que al habernos adelantado con el volumen, impide la visión de lo que queremos ver.

Los otros dos límites del caravasar lo han de separar de los espacios urbanos de la avenida de Toledo y de la calle del Capitán Velarde, calles en ángulo y en continuidad, por lo que a la fachada se le dota de ese mismo carácter mediante un muro de espesor variable (de pared a ancho de cabina de control) interrumpido en el plano vertical para las necesarias comunicaciones, pero siempre enlazado por la continuidad de lo marquesina.

SituaciónTalavera de la Reina. Toledo
Superficies15.000 m2 S/R.
12.400 m2 B/R
Presupuesto total8.500.000 €
FechasOctubre 2000
Equipo del proyectoFernández del Amo. Arquitectos
Alcance del encargoConcurso ( No construido)